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6.12.20

SALUD MENTAL

DEFINICIÓN

Nuestro bienestar emocional, psicológico y social se engloban dentro de lo que denominamos salud mental.

Afecta, por tanto, a cómo pensamos, sentimos y actuamos

Mantener un estado óptimo es imprescindible en cualquier etapa de la vida porque el tenerlo nos ayudará a enfrentar el estrés, tener relaciones sanas, alcanzar nuestro completo potencial e incluso a encontrarnos físicamente saludable.

Muchos factores diferentes pueden interferir con nuestra salud mental, por eso su estado varía conforme pasa el tiempo, siendo influenciada, por ejemplo, por una determinada situación que estemos atravesando. Entre dichos factores se encuentran:

  • Biológicos (como los genes o la química del cerebro)
  • Experiencias de la vida, como trauma o abuso
  • O nuestro estilo de vida incluyendo la dieta, actividad física y consumo de sustancias.
Pero, los científicos afirman que existen ciertas actividades como la meditación o técnicas de relajación que pueden contribuir a mejorar su estado.

Cuando se trata de emociones, puede ser difícil saber qué es normal y qué no. Los problemas de salud mental tienen signos de advertencia, como: cambios en sus hábitos alimenticios o de sueño, aislamiento, falta de energía, malestar inexplicable, impotencia, pensamientos recurrentes, cambios de humor serios, abuso de sustancias tóxicas como vía de escape… y otros más graves como: abuso de sustancias tóxicas como vía de escape, escuchar voces o creer cosas que no son ciertas, autolesiones o lesiones ajenas.                                                  

Si creemos tener un problema de salud mental, es importante buscar ayuda. La terapia conversacional y / o los medicamentos pueden tratar los trastornos mentales.

Evolución

Pese a la relevancia que hemos destacado que tiene la salud mental, dado a que esta se ve implicada en múltiples aspectos imprescindibles para llevar una vida plenamente saludable, la definición de salud vigente hasta 1946 fue la siguiente:

Salud= ausencia de enfermedades o invalidades. Podemos comprobar que en ella no se hace ningún tipo de alusión a la esfera social y mental del ser humano. 

En 1946 la OMS establece que la salud es el completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

También, es probable que no exista otro ámbito de la salud cuyos usuarios y usuarias hayan sido objeto de tal maltrato y vejaciones. En la Edad Media a las personas con un trastorno mental se las trataba como poseídas por espíritus diabólicos, especialmente por parte de la iglesia católica, que consideraba los síntomas como algo relacionado con la brujería. Por lo tanto, el tratamiento pasaba por la tortura o la hoguera para liberar el alma del demonio.


Pero no hace falta remontarnos tan lejos. En la Europa del siglo XIX proliferaron los manicomios, una especie de cárceles en las cuales la tortura fue disfrazada en forma de curación. Por ejemplo, en el hospital de Charenton de París hay registros de “tratamientos” en los cuales a las personas se las mantenía atadas, se les sumergía la cabeza en una bañera, se les aplicaban chorros de agua fría o se las golpeaba. Según ellos, para apartar las ideas fijas e ilusiones que pudieran albergar.

Ni siquiera en el siglo pasado, con los avances de la medicina y el desarrollo de los tratamientos psiquiátricos, la situación fue mejor. Durante la 2ª Guerra Mundial gran cantidad de personas con trastornos mentales fueron esterilizadas y ejecutadas en nombre de una supuesta pureza racial y pese a los horrores descubiertos tras su finalización no fue posible cambiar esta tendencia. 


En el año 1949 le fue concedido al Dr. Egas Moniz, el Premio Nobel de Medicina por “su descubrimiento del valor terapéutico de la lobotomía en la psicosis”. La lobotomía es un “tratamiento” que consiste en cercenarle un trozo del cerebro (la corteza prefrontal) a la persona. Este experimento se basó en una única observación de un caso que ni siquiera era humano, sino un chimpancé. 
Unas 50.000 personas fueron lobotomizadas, con poco o ningún seguimiento posterior para conocer las consecuencias de la intervención. En 1967, este “tratamiento” dejó de ser legal.

Paralelamente, entre los años 1957 a 1964, la CIA llevó a cabo un proyecto denominado MK-ULTRA, dirigido por Donald Ewen Cameron. MK-Ultra pretendía, entre otras cosas, encontrar métodos para controlar la mente. Con esta idea se desarrolló la Conducción Psíquica, una teoría según la cual era posible la corrección de la locura, borrando la memoria existente y reconstruyendo la psique por completo. Algunos de los experimentos realizados con este fin, aplicados a personas sin su consentimiento, fueron la radiación, los psicodélicos, la inyección simultánea de barbitúricos y anfetaminas y las descargas eléctricas al cerebro. La Conducción Psíquica nunca funcionó, pero como secuela dejó un número incierto de personas con daño cerebral severo.


En la actualidad las personas con trastornos mentales continúan siendo sujetos de estigmas y, por tanto, en su vida cotidiana se enfrentan a una doble dificultad. Por un lado, experimentan los síntomas propios de su trastorno, y por otro lado, deben hacer frente a los efectos del estigma social asociado a dicho problema, lo que generalmente conlleva la propia interiorización del mismo (autoestigma).

Paradójicamente, los inconvenientes derivados de su trastorno son, generalmente episódicos y tratables con una adecuada atención sanitaria combinada con programas de rehabilitación psicosocial; mientras que, los conflictos que resultan del estigma social son más permanentes y complejos, por lo que las intervenciones para erradicarlos son más complicadas. Ambos fenómenos tienen importantes consecuencias en su calidad de vida y su proceso de integración social. El principal estereotipo asociado con los problemas de salud mental tiene que ver con la violencia y/o la agresividad, pese a que no existan estudios que lo confirmen. 



Además diversos intereses económicos farmaceúticos ejercen presión logrando así que antidepresivos y tranquilizantes se encuentren en la clase de medicamentos más vendidos. Un ejemplo de esta presión lo tenemos en la nueva herramienta de diagnóstico: el DSM-V. Se trata de un manual según el cual ser excéntrico, estar triste por la muerte de un familiar o ser un niño respondón son trastornos mentales que necesitan medicación. Si la sobremedicación ya es un problema en el ámbito de la salud mental, imponer este manual sería como proponer medicar a toda la población. 

El desconocimiento en este campo unido a la prevalencia de este tipo de patologías, que se incrementa a la par que lo hace la esperanza de vida convierte en una prioridad el fomentar la investigación para lograr un diagnóstico y tratamiento adecuados, además de derribar todos los estereotipos que lo rodean.

ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

 Con frecuencia los términos “enfermedad neurológica” y “enfermedad psiquiátrica” 

se utilizan de forma indistinta, pero pese a que la psiquiatría y la neurología pueden 

entenderse como ciencias complementarias, existen diferencias entre ellos. Es cierto 

que ambas comparten el interés en muchos trastornos, pero cada una se ocupa 

específicamente de algunos y hace un énfasis distinto en el análisis de las 


manifestaciones de las alteraciones y en el de sus correlatos neurofisiológicos.

La neurología es la rama de la medicina que se ocupa del estudio de la anatomía, las funciones y las alteraciones orgánicas del sistema nervioso. Esta disciplina se basa en gran medida en las aportaciones de la neurociencia, que se define como el estudio del sistema nervioso en su conjunto y se nutre de métodos como el análisis celular y la neuroimagen.

Cuando se habla de enfermedades neurológicas se está haciendo referencia de modo general a cualquier tipo de trastorno que implique al sistema nervioso, independientemente de sus causas, que son tan variadas como las manifestaciones. Entre las más habituales encontramos las alteraciones genéticas,  lesiones de los nervios por causas externas, las infecciones, los trastornos vasculares y factores relacionados con el estilo de vida como la malnutrición o el consumo excesivo de determinados compuestos.

Además las enfermedades neurológicas se se pueden clasificar en función de distintos criterios, por ejemplo, por la localización de las alteraciones, uno de los más habituales, encontramos trastornos neurológicos que afectan al cerebro, a la médula espinal, a los nervios craneales, a los periféricos o al sistema nervioso autónomo.

La idea principal que debe quedar clara es que en este tipo de patologías, es decir, patologías neurológicas existe una alteración clara de la anatomía o fisiología de nuestro sistema nervioso.



ENFERMEDAD PSIQUIÁTRICA

El concepto “enfermedad psiquiátrica” puede ser considerado equivalente al de “trastorno mental”, que predomina en el campo de la psicología, con el cual la psiquiatría se solapa de forma muy significativa . Se utiliza para hablar de las alteraciones relacionadas con el comportamiento externo o con lo que conocemos como “mente”.


La psiquiatría es la especialidad de la medicina que se encarga del diagnóstico, la prevención y el tratamiento de los trastornos o enfermedades mentales. A diferencia de la psicología, los psiquiatras pueden prescribir tratamientos farmacológicos.

Hay quien considera que los síndromes a los que nos referimos como “enfermedades psiquiátricas” son simplemente trastornos neurológicos cuyos rasgos anatómicos y fisiológicos no han sido identificados del todo por el momento. Desde esta perspectiva la psiquiatría no sería necesaria. 


Sin embargo, David y Nicholson (2015) niegan esta idea y proponen que la diferencia básica entre la neurología y la psiquiatría es que la segunda se focaliza en conductas y en contenidos mentales como los pensamientos, las percepciones y las emociones, mientras que la neurología se ocupa de forma preferente de la base orgánica de los trastornos.

En la misma línea, Baker et al. (2002) advirtieron que la neurología debía ser precavida, si bien afirmó que la psiquiatría se beneficiaría igualmente de los conocimientos obtenidos por las neurociencias. Según los autores, la salud mental no se puede reducir a sus correlatos neuroanatómicos; cada una de estas ciencias tendría, por tanto, su propio ámbito de especialización.







 

5.12.20

ALZHEIMER

DEFINICIÓN

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo que hace que las células del cerebro se consuman (degeneren) y mueran, siendo esta la causa más común de demencia. Se da una disminución continua de las habilidades de pensamiento, comportamiento y sociales que altera la capacidad de una persona para funcionar de manera independiente.

CAUSAS

Pese a que las causas exactas del Alzheimer son desconocidas, los científicos creen que se origina a partir de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida. En su esencia podrían ser problemas con las proteínas cerebrales que no funcionan normalmente e interrumpen el trabajo de neuronas, desencadenando una serie de eventos tóxicos.

Las neuronas dañadas, pierden conexiones entre sí y mueren. El daño comienza con mayor frecuencia en la región que controla la memoria, pero en la última etapa el cerebro se ha reducido significativamente.

Los investigadores se centran en la incidencia de dos proteínas:

    • Placas. La beta-amiloide, cuando estos fragmentos se agrupan, parecen tener un efecto tóxico en las neuronas y alterar la comunicación entre las células.

     

    • Ovillos. Las proteínas tau en esta enfermedad, cambian de forma y se organizan en estructuras denominadas ovillos neurofibrilares. Los ovillos interrumpen el sistema de transporte y son tóxicos para las células

SÍNTOMAS

La pérdida de la memoria es el síntoma clave. 
A medida que la enfermedad avanza,  las alteraciones de la memoria empeoran y se manifiestan otros síntomas.

    • Repetir expresiones y preguntas una y otra vez.
    • Olvidarse de conversaciones, turnos o eventos, y no recordarlos más tarde.
    • Perder habitualmente las posesiones, a menudo cuando las ponen en lugares ilógicos.
    • Perderse en lugares conocidos.
    • Eventualmente olvidar los nombres de los miembros de la familia y los objetos cotidianos.
    • Tener problemas para encontrar las palabras adecuadas para identificar objetos, expresar pensamientos o participar en conversaciones.
    • Tener dificultades para concentrarse y pensar, en especial en conceptos abstractos tales como los números.
    • Realizar varias tareas a la vez, manejar finanzas...
    • Disminuirá la capacidad para llegar a decisiones y opiniones razonables en situaciones cotidianas. Por ejemplo, la persona puede tomar malas decisiones o tener actitudes impropias en interacciones sociales, o usar ropa inadecuada para el clima. Puede ser más difícil responder de forma efectiva a las dificultades cotidianas, tales como cuando se quema la comida u ocurre algo inesperado al conducir.
    • Con el avance de la enfermedad, las actividades que, en algún momento, fueron parte de la rutina y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como planear y elaborar una comida o jugar un juego favorito, se transforman en una dificultad. Con el tiempo, las personas con la enfermedad de Alzheimer avanzada pueden olvidarse de cómo realizar tareas básicas, como vestirse y bañarse.
    • Los cambios cerebrales que se producen en la enfermedad de Alzheimer pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Incluyendo problemas como: depresión, apatía, aislamiento social, cambios de humor  o en los patrones de sueño, irritabilidad y agresividad...
    • Muchas habilidades importantes se preservan por largos períodos como leer o escuchar libros, contar historias y recordar, cantar, escuchar música, bailar, dibujar o hacer manualidades, ya que las controla una parte del cerebro que se afecta más adelante en el curso de la enfermedad.

Diagnóstico y tratamiento

Una parte fundamental de la evaluación diagnóstica son los síntomas que manifiesta la propia persona, la información que un familiar o un amigo pueden dar sobre los síntomas y los efectos que estos tienen sobre su vida cotidiana y además se basa en las pruebas que realiza el médico vinculadas a la evaluación de la memoria y las capacidades cognitivas.


Pruebas a realizar:

1. Exploración física y neurológica

El médico realizará un examen físico y evaluará la salud neurológica general con estas pruebas:
  • Reflejos
  • El tono y la fuerza muscular
  • Tu capacidad para levantarte de una silla y caminar por la habitación
  • Sentido de la vista y el oído
  • Coordinación
  • Equilibrio




2. Análisis de laboratorio

Los análisis de sangre pueden ayudar al médico a descartar otras causas posibles de la pérdida de la memoria y la confusión, como una enfermedad tiroidea o deficiencias de vitamina.



3. Análisis neuropsicológicos y del estado mental

El médico puede realizar una prueba breve del estado mental o un conjunto más extenso de pruebas para evaluar la memoria y otras capacidades intelectuales. 


4. Diagnóstico por imágenes del cerebro

Las imágenes del cerebro se emplean fundamentalmente para identificar anomalías visibles vinculadas con enfermedades distintas del Alzheimer, como accidentes cerebrovasculares, traumatismos o tumores, que puedan provocar cambios cognitivos. Estes son algunos tipos de pruebas:
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM).
  • Tomografía computarizada (TC). 


El tratamiento se hará mediante:

  • Medicamentos

Actualmente, se utilizan dos tipos de medicamentos para tratar los síntomas cognitivos:

Inhibidores de la colinesterasa. Estos medicamentos funcionan al aumentar los niveles de comunicación celular que preservan un mensajero químico que se agota en el cerebro como consecuencia de la enfermedad de Alzheimer.


Memantina (Namenda). Este medicamento funciona en otra red de comunicación de células cerebrales y retrasa la progresión de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer de moderada a grave.



En ocasiones, se pueden recetar otros medicamentos, como antidepresivos, para ayudar a controlar los síntomas de comportamiento asociados con la enfermedad de Alzheimer.

Cuidados de enfermería

 Cuidados para la alteración de los procesos mentales relacionados con pérdida de memoria, confusión y desorientación.

Objetivos de Enfermería: Ayudar al cuidador/a a controlar el comportamiento del paciente provocado por un deterioro mental , y a adoptar medidas que compensen la demencia.

 

Cuidados para deterioro de la comunicación verbal .

Objetivos de Enfermería: Establecer una comunicación verbal y no verbal lo más eficaz posible y comprender sus necesidades a medida que aumenta su demencia y el deterioro de las técnicas verbales.

 

Cuidados para alto riesgo de traumatismo relacionado con la falta de conciencia de los peligros ambientales .

Objetivo de Enfermería: Garantizar la seguridad del paciente a medida que pierde su capacidad de controlar los factores potenciales peligrosos del ambiente.

 

Cuidados para incontinencia relacionada con la pérdida de memoria

Objetivo de Enfermería: Reducir el número de episodios de incontinencia fecal y aumenta la continencia de los esfínteres. Será como volverles a enseñar de nuevo como se realizan ese tipo de cosas y hacer ejercicios con ellos para que lo aprendan.

 

Cuidados para alteración de los modelos de la eliminación urinaria relacionada con la pérdida de memoria

Objetivos de Enfermería: Valorar la existencia de los síntomas agudos de incontinencia y establecer, si fuese necesario, un esquema de reentrenamiento vesical.

 

Cuidados para la alteración del patrón de sueño relacionado con la intranquilidad .

Objetivos de Enfermería: Disminuir el trastorno del sueño mediante técnicas de relajación por ejemplo y trantando de calmarlos lo máximo posible.

 

Cuidados para déficit de autocuidados en la eliminación, aseo, higiene, vestido y evacuación relacionado con la debilidad, el deterioro del control motor .

Objetivo de Enfermería: Ayudar al paciente a realizar las tareas de autocuidado.

 

Cuidados para alteración de los procesos familiares debida a la crisis provocada por la enfermedad crónica de un familiar.

Objetivo de Enfermería : Reducir el conflicto familiar y aumentar la capacidad del cuidador. Debemos educar a los familiares para que sepan que ellos merecen un tiempo libre y que a parte de cuidar a la persona que tienen enferma en casa, se tienen que cuidar a ellos mismos.

 

Cuidados para aislamiento social tanto del paciente como de la familia relacionado con la ansiedad que sienten por la incapacidad y la pérdida de memoria y por la imposibilidad de dejarle solo

Objetivo de Enfermería: Evitar el aislamiento social del paciente y de la familia, en relación al punto anterior, es decir debemos decirle que salgan y que se evadan un poco de lo que tienen en casa y dedicarse tiempo a ellos mismos.

 

Cuidados para ansiedad relacionada con los cambios o las amenazas reales o percibidas

Objetivo de Enfermería: El paciente debe disminuir su ansiedad. Nosotros podemos ayudarles poco ya que en este sentido es muy difícil que nos entiendan pero aun así podemos explicarles las cosas poco a poco para que no tengan miedo.


Prevalencia


Resultados

La prevalencia de enfermedad de Alzheimer en Europa fue 5,05% (IC del 95%, 4,73-5,39). La prevalencia por sexo en los hombres y las mujeres fue 3,31% (IC del 95%, 2,85-3,80) y 7,13% (IC del 95%, 6,56-7,72), respectivamente, y se encontró una tendencia creciente por grupos de edad.

La incidencia de enfermedad de Alzheimer en Europa fue 11,08 por 1.000 personas-año (IC del 95%, 10,30-11,89), siendo en los hombres y las mujeres de 7,02 por 1.000 personas-año (IC del 95%, 6,06-8,05) y 13,25 por 1.000 personas-año (IC del 95%, 12,05-14,51), respectivamente, con igual tendencia creciente con el aumento de la edad.

 

Conclusiones

Los resultados del metaanálisis permiten una mejor comprensión de la enfermedad y su impacto en Europa.

 

Pronóstico del Alzheimer

El pronóstico de la enfermedad ha mejorado en los últimos años gracias al conocimiento de la enfermedad que nos ha permitido hacer un diagnóstico precoz y aplicar estimulación cognitiva y terapias farmacológicas.


SALUD MENTAL

DEFINICIÓN Nuestro bienestar emocional , psicológico y social se engloban dentro de lo que denominamos salud mental. Afecta, por tanto, a ...