Para favorecer una mejora en la atención a este grupo de pacientes, se tendrán en cuenta y seguirán los siguientes pasos:
Entrevista motivacional con el paciente para que se adapte y conozca los beneficios de la disminución del consumo.
Implicación a la familia para que conozca la naturaleza del problema y las pautas a seguir procurando que le ofrezcan su ayuda.
Entrenamiento en prevención de recaídas focalizada en habilidades conductuales que le sirvan para hacer frente a los impulsos y situaciones de riesgo.
Supervisión y verificación de la administración farmacológica prescrita durante su ingreso hospitalario.
Establecer y mantener una buena relación terapéutica.
- Vigilar el estado clínico del paciente (signos de abstinencia, temperatura, tensión arterial, etc.) Ante el paciente agitado debemos hablarle de forma suave y mantener el contacto visual.
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